e-Volksbus concluye ciclo de homologación en Curitiba

El eVolksbus 22L, el primer chasis totalmente eléctrico de Volkswagen, acaba de completar su ciclo de evaluación en la ciudad de Curitiba, Paraná, reconocida como referente internacional en planificación urbana y modelo de transporte público. El vehículo fue sometido a pruebas reales por URBS, en colaboración con el cliente, con un mínimo de 10 horas diarias de funcionamiento.

"Su homologación en una ciudad que prioriza los autobuses para el transporte público enriquece el trabajo previo a su lanzamiento comercial. Confiamos en que el e-Volksbus superará las expectativas de nuestros clientes y contribuiremos a la creciente transformación del transporte urbano", afirma Rodrigo Chaves, vicepresidente de Ingeniería de Volkswagen Camiones y Autobuses.

El objetivo es llevar el vehículo al límite para demostrar la autonomía de la batería, su durabilidad, su capacidad de frenado y su manejo en pendientes ascendentes y descendentes. Estas homologaciones son cruciales, sobre todo, para garantizar la seguridad, el rendimiento y la facilidad de mantenimiento del chasis eléctrico, asegurando que cumpla con todos los requisitos antes de su lanzamiento al mercado.

Además, el proceso incluye la evaluación de la carrocería y el acabado para garantizar que cada detalle del e-Volksbus cumpla con los más altos estándares de calidad. Este paso permite a las autoridades familiarizarse con el producto y validar sus atributos, además de complementar el trabajo realizado por el fabricante de automóviles en su centro global de electromovilidad en Resende, Río de Janeiro.

Actualmente, existen más de 50 nuevas pruebas específicas para vehículos eléctricos, que abarcan desde mediciones de aislamiento del sistema y pruebas de compatibilidad electromagnética (CEM) hasta pruebas de inmersión e inundación, así como pruebas de rendimiento y estructurales específicas para Latinoamérica. Todo esto cumple con los estándares y criterios internacionales de seguridad. La premisa es garantizar que los vehículos eléctricos funcionen en las mismas condiciones que los vehículos diésel, de forma rigurosa, fiable y robusta.