Carlos Eduardo Da Silva Morales: Cuando el transporte es trabajo y hobby
Carlos Eduardo Da Silva Morales, más conocido como “Condorito”, es conductor en la empresa Rutas del Plata desde hace 14 años; actualmente realiza el servicio entre la capital y Rio Branco. El jocoso apodo fue puesto por un chofer de Compañía del Este, que, al verlo con unos lentes de descanso, encontró un parecido con los lentes del famoso personaje.
Si bien su profesión de base es la de mecánico tornero, en la cual se desempeñó durante 10 años, su pasión por el ómnibus pudo más. Antes de emprender uno de sus viajes, charlamos con el transportista sobre su trayectoria.
Su rutina actual varía entre los servicios directos o los de camino; saliendo de Montevideo, pasa por Minas, Marisacala, Pirarajá, Varela, Treinta y Tres, Vergara, Rincón y Plácido Rosas, antes de llegar al destino.
Su vinculación con el transporte no es solo laboral, ya que también se considera todo un “busólogo”, o sea, un aficionado al ómnibus.
Antes de emprender uno de sus viajes, charlamos con el transportista sobre su trayectoria.
¿Cuándo comenzaste a trabajar en Rutas del Plata?
Antes trabajaba en Compañía del Este; hice durante muchos años el servicio contratado a Rutas del Plata, porque como yo era de allá, siempre me mandaban para ese servicio.
Luego, me pusieron como inspector y no me gustó, así que me vine a Rutas del Plata. El día que llamé para pedir trabajo me avisaron que estaban por dar un nuevo turno y ahí empecé, al otro día de ese llamado.
Si bien el turismo no es que no me guste, me gusta más la línea, y justo me enganché acá, me encanta hacer Rio Branco.
¿Qué buses manejaste en Rutas del Plata?
Cuando entré en la empresa todavía quedaba un Volvo Marcopolo de la Generación 6 y ahí comencé con ese coche, después pasé a un Yutong. Luego la empresa cambió su dirección y comencé a manejar un Volvo Marcopolo Generación 7.
Desde hace un año y cuatro meses, ando en un Volvo con carrocería Busscar; si bien ahora hago la línea a Rio Branco, antes, cuando estaba el servicio entre Montevideo y La Charqueada, también hacía esa línea.
¿Te agrada hacer siempre la misma línea a Rio Branco?
Como soy de ahí me gusta hacer esta línea, desde chico viajo, iba en la ONDA, en Rutas del Plata y hasta llegué a ir en tren. Siempre en las vacaciones íbamos para allá; tengo casi 53 años y me vine con dos años y medio de Rio Branco para el sur, sin embrago, siempre mantuve el contacto.
De niño la locura mía eran los ómnibus, quería un ómnibus de juguete de la ONDA, era mi sueño ser chofer de esa empresa. En Rio Branco tenía una tía que durante muchos años fue agenciera de Rutas del Plata, de ahí viene el cariño por esta empresa en la que después de grande terminé trabajando.
¿Cómo fueron tus inicios en el transporte?
Comencé con los hermanos Cotrofe de Las Piedras, allá por el año 1998. Juan tenía un Mercedes Benz O 140 y saqué la libreta para manejar ese coche, incluso lo acompañaba en los viajes que hacía a la playa para agarrarle la mano.
Recuerdo la sensación de la primera vez que agarré un ómnibus, inolvidable; fue bueno haber arrancado con cachilos viejos, es la forma en la que aprendés de verdad del oficio.
Con Raúl Cotrofe comencé a trabajar, estuve durante tres meses, se hacían varias changas, íbamos a la industria pesquera de Fripur para llevar el personal.
